El otro día hicimos una entrada en el blog en la que explicábamos qué es el lúpulo y que papel representa dentro del mundo de la cerveza en general y de la cerveza artesana en particular. Al final del mismo, cuando hablábamos sobre las cervezas que más presente tienen este ingrediente, hacíamos referencia a uno de los estilos más comunes dentro de las cervezas artesanales: el India Pale Ale (IPA). Pero… ¿sabes que es una IPA? ¡Quédate con nosotros, te lo contamos!
El India Pale Ale, más conocido por todos como IPA, es mucho más que un estilo. Es, bajo nuestro punto de vista, el estilo por excelencia dentro del mundo de la cerveza artesanal. Aunque está mas “de moda” que nunca, no se trata ni mucho menos de un estilo nuevo, nos encontramos ante el renacimiento de un clásico.
Nacida de la necesidad
La IPA, al contrario de lo que pueda parecer por el nombre, es una cerveza de origen inglés. A mediados del siglo XVIII, Inglaterra era una de las mayores potencias mundiales y había establecido colonias en la India y en otras partes de Oriente. Por aquel entonces, la cerveza ya era una de las bebidas más populares entre la población inglesa. Bebían sobretodo cervezas oscuras de estilo Stout, Porter y Brown Ale aunque cada vez se estaba poniendo más de moda un nuevo estilo de color más pálido y menos denso que sus hermanos mayores: el Pale Ale.
Con un gran número de civiles y soldados asentados en la otra parte del mundo demandando cerveza, el mercado oriental era muy atractivo para los cerveceros ingleses pero prácticamente inaccesible. La ruta comercial que debía seguir la cerveza (la habitual en aquellos momentos) era larga y peligrosa. Los barcos partían de Londres, bordeaban la costa africana hasta el cabo de Buena Esperanza y atravesaban el océano Índico hasta llegar a Bombay o Calcuta en un trayecto que podía alcanzar los seis meses de duración. Seis meses de vaivenes y altas temperaturas para los que la cerveza hasta entonces producida, no estaba preparada. Los barriles que llegaban a puerto contenían una cerveza muchas veces pasada, caducada y con un sabor agrio que la hacía absolutamente imbebible.
En la década de 1790, un cervecero llamado George Hodgson, de la cervecera Bow Brewery de Londres, dio con la solución al problema. Al no tener la posibilidad de mantener refrigerada la cerveza durante el viaje y no existir aún el proceso de pasteurización (1864), las únicas “armas” con las que contaban los maestros cerveceros para luchar contra las bacterias causantes del desastre viaje tras viaje eran el alcohol y el lúpulo. El alcohol proporciona un ambiente bastante hostil a los microbios y el lúpulo previene el crecimiento de las bacterias causantes de la acidez. Así pues, Hodgson cogió su receta de Pale Ale y aumentó considerablemente la presencia de lúpulo y el contenido de alcohol, lo que dio resultado a una cerveza fuerte y con marcado amargor que aguantaba perfectamente el viaje y llegaba a su destino, en la India, lista para beberse.
Su nombre, por tanto, no proviene de su lugar de origen si no del destino al que tenían que conseguir que llegara la cerveza en buenas condiciones.
Pronto la fabricación de India Pale Ale se extendió por las cerveceras inglesas más importantes, haciendo de este estilo uno de los más populares. En la actualidad, son los americanos los adalides de este estilo clásico rejuvenecido y, en España, raro es el productor de cerveza artesana que no tiene una IPA en su carta.
Lúpulo y alcohol, sí, pero no sin sentido
Como ya hemos dicho, la IPA es una cerveza que se caracteriza por su gran presencia de lúpulo y alcohol pero, al contrario de los que pueda parecer al leer eso, no es una cerveza difícil de beber generalmente. El amargor (40-70 IBUs, frente a los 8-20 de la cerveza lager industrial) y la graduación (entre los 5º y 8º generalmente) presentes en una buena IPA están compensados y equilibrados con el dulzor de las maltas y la presencia de sabores y aromas muy característicos, lo que hace de la IPA una cerveza artesana muy interesante y muy recomendable para los cerveceros y cerveceras.
Buscando esa presencia de amargor mucho más marcado nació en Estados Unidos la Doble IPA o IPA Imperial. Es, básicamente, una IPA mucho más lupulizada, más alcoholizada y más contundente que la IPA clásica. El amargor medio se sitúa entre los 60 y 100 IBUs pero hay algunas cerveceras que se jactan de hacer cervezas con más de 1000 (no hemos tenido la suerte de probarlas, así que no sabemos qué tal estarán). La graduación alcohólica oscila entre los 7’5º y 10º generalmente.
En cuanto al maridaje ideal que puede acompañar a la IPA, nos decantamos por los platos especiados de sabores intensos y sobretodo los picantes. El amargor característico de esta cerveza, contrarresta ese picante y limpia el paladar. Una cazuelita con pollo al curry pondría el contrapunto perfecto a esta maravillosa cerveza.
El otro día os dejamos como recomendación la IPA de San Frutos y hoy os dejamos como nueva recomendación un “cervezón” tremendo de los amigos de Marina, su Devil’s IPA. Animaros a probarla porque, de verdad, merece la pena.
¡Salud y buena cerveza!